Los trabajos absurdos.

He bajado a desayunar. Javi duerme. Este tio no aguanta nada.

Luego hablaremos de la noche. Pero de momento os explico muy brevemente el inquietante y fantabuloso asunto de los trabajos absurdos.

Creía que lo había visto todo en China con los tios que estaban en el lavabo dando a la gente trozos de papel para lavarse las manos. Pero no. Ayer descubrimos 2 trabajos absurdos nuevos, y esperamos encontrar alguno más.


El primero de ellos consiste en sentar un pavo en un taburete dentro del ascensor y delante de los botones. Supongo que igual el tio lleva ahí desde 1920, cuándo la gente no tenía claro el funcionamiento de los ascensores. O igual pertenece a una dinastía o a u clan secreto de operadores de ascensor.

El segundo trabajo absurdo del día, lo vimos por la noche a las 3 y pico, y fue justo al querer hacerles una foto cuándo me di cuenta de que la había perdido.

Consistía en poner 2 militares quietos a supuestamente vigilar un monumento con una llama, que vete tu a saber que era eso. Se tiraron ahí toda la noche, y cuándo Javi preguntó si se podía hacer fotos no pudieron contestar porque no formaba parte de su trabajo. Este es más putada que lo del ascensor, porque no tenían un taburete. Pero al menos les daba la frescura de la noche.

Por cierto, lleva lloviendo desde ayer. Y tampoco es que llueva con muchas ganas, pero lo suficiente para mojar todo el día.

Y Dimitri está enfadado con nosotros, porque Javi le dijo que podría venir con nosotros de fiesta y en el último momento lo dejó en el hotel. No debería prometer cosas que no puede cumplir. Y menos a un ser tan sensible. Y es que el pobre está que ni come.